sábado, 12 de abril de 2014

Cassette Uzumaki

En la portada de este cassette debut de Uzumaki aparece la cara de un participante en un mensur. Los mensur son combates de esgrima con armas de filo entre miembros de una Studentenverbindung (asociación estudiantil en los países de habla alemana). Están reglados por normas estrictas. En los mensur, como en esta música, lo importante no es lo que parece en un principio (herir a los otros); lo importante es ser herido, pero tampoco exactamente. Lo importante es que te dé igual lo que te pase, pero no porque seas un perdido que no valore su vida. Se valora el coraje. ¿Es más útil el miedo o la arrogancia?

Estas canciones parecen preguntarse eso, y la clave para entenderlas está en las cicatrices. Se puede presumir de ellas, pero también se pueden pintar con rotuladores, y en todo caso marcan una herida. Por eso se escucha en el sonido de Uzumaki una batalla frenética y permanente. Las guitarras son cortantes como cuchilladas ludistas, dejando espacio para un bajo dibujando melodías de goma sobre unos ritmos que provocarán las metáforas mecanicistas más obvias. Hay gritos propios de cerdos de camino al matadero y fraseos de Sinatra punk, canalla y encantado de conocerse. Escuchar a Uzumaki podría doler por su contundencia, pero más duele escuchar estupideces a diario. Estas canciones empiezan hoy y por eso solo se dirigen hacia un futuro que pinta regular. Es música moderna.

Era habitual entre los duelistas de los mensur estirar las heridas para poder presumir de las marcas. Se echaban en ellas sal o crines de caballo, pero al final esa cicatriz real solo pasaba a ser la señal eterna de una mentira. El daño que flota alrededor de esta música parece real, y por eso no hay un único matiz en lo que hacen. Se puede bailar el dolor. Y cuando las imágenes de las letras derivan de lo violento y lo visceral hacia las frases simples de los estribillos (“¿crees que no lo sé?”, “mejor no”, “ahora ya no puedes”) hay una sensación casi incómoda para el oyente de punk. Hay una serenidad lúcida y brillante en el momento de calma familiar que dan esas expresiones entre toda la rabia y la velocidad de esta música de persecución. Te das cuenta de que en un cuarto de hora han creado un universo que no tiene por que tener épica, que no tiene por que ser agradable, pero que no es exclusivamente oscuro. Lleva a hablar de duelos, arrogancia juvenil y verdad: Uzumaki son un grupo romántico en la época de la ironía y la falta de pasión. Son necesarios.

Coeditado con Boston Pizza Records


Escucha:

http://discosporno.bandcamp.com/album/uzumaki-ep

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